martes, 15 de diciembre de 2015

LA NOCHE





Hundidos en la noche
como gatos de añil que callejean
y mendigos borrachos buscando una taberna
y como pájaros
que el viento trasladara a la ceniza,
nos movemos en medio de las sombras.

Es mágica esta forma de excursión,

este pasar el tiempo
más allá de los límites del día
más allá del reloj que da las doce
y del beso marino de las sábanas.

Parpadea

la luna en cada piel
y en cada corazón trota un caballo
y en cada vena llueve un nuevo amor.

Las lágrimas se pierden en la tierra

y la tristeza aguarda bajo llave
un nuevo despertar mientras la noche
nos llama con su voz de caracola
y agita su oleaje en nuestro cuerpo,
besado por un mar
que está lleno de espejos y de espuma.



( De mi libro La Tierra indiferente )



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