miércoles, 9 de marzo de 2016

HÉROES




No somos héroes.
Se nos han ido de las manos
las armas que empuñábamos un día:
los escudos arrogantes, las pulidas
armaduras, en las que brillaba
un sol fuerte que deslumbraba al mundo.
Hemos perdido, en ciénagas oscuras,
los sables cortantes y las dagas afiladas.
Y los enemigos
han derrotado nuestras huestes
y han conquistado
las poblaciones en las que vivíamos.

Qué queda ya de aquellos días.
No volverán, otra vez, las golondrinas
de nuestra juventud,
de cuando la victoria era nuestra.
Quizás encontraremos,
entre el polvo de todas las ciudades,
las coronas de laurel que ceñíamos en las frentes
como héroes invictos de un tiempo más glorioso.
Quizás la lluvia limpie el monumento
que nos erigieron,
en agradecimiento, los pobladores liberados.

Pero serán, tan sólo,
restos de algún ayer,
trozos de primavera
que ha perdido un almendro entre sus flores.


             ( De mi libro Meditación de la derrota )